Definitivamente. ¿Quién
podría tratar de simbolizar algo bueno asociándolo a esa imagen?
Y si uno quiere empezar a
entender más se encuentra con términos como fracking o “shale gas”, lo que lo
vuelve más incomprensible. Y es normal, aunque no saludable, que uno renuncie a
querer entender más sobre eso.
Imaginemos a nuestro vecino
más próximo, el que vive pared por medio. Imaginemos que, por la razón que sea,
almacena veneno. ¿Nos incumbe? ¿Debe preocuparnos? Lo está haciendo en su casa,
no en la nuestra.
Esa creo que es la clave, el
entender que eso malo que está pasando, está pasando en nuestra casa. Entonces,
es natural, nos preocuparíamos.
Empecemos, a ver si
entendemos.
¿Cómo se extraen petróleo y
gas? En la imaginación popular se hace un agujero en le tierra y brota, solo.
En el estudio más especializado es un poco más complejo que eso. Intervienen
bombas de extracción, cañerías, explosivos y mucha gente.
Del uso del petróleo ya
tenemos ejemplos de sus dos caras. Estás leyendo esto gracias al petróleo. Y
estás respirando aire contaminado por él, también.
Aceptamos lo malo para poder
tener lo bueno. En términos comerciales se lo llama relación costo-beneficio.
Si te ofrecen algo con mayor
costo que beneficio no lo aceptarías, y eso es esperable. A menos que ignores,
o te oculten, los costos y sólo estés enterado de los beneficios.
¿Fracking? ¿Con qué se come
eso?
Cuando el petróleo o el gas
no se encuentran en burbujas enormes, grandes lagos subterráneos, sino mezclado
con “tierra” (talco, pirita, etc.) se puede fracturar ese suelo con agua,
mezclada con químicos, para así poder sacarlo a la superficie. Luego se los
separa del agua y queda el petróleo, o el gas. A esto se lo llama Fracturación
Hidráulica, fracking en inglés.
Ahora dos preguntas: ¿De
dónde se saca el agua? y ¿Qué se hace con ella después de obtenido el
combustible?
Respuesta uno: si en la zona
hay aguas subterráneas se usan, sino se traen de otro lado. Respuesta dos: se
vuelve a introducir esa agua con más químicos para sacar más combustible. Hasta
que no salga más. ¿Y entonces, qué pasa con esa agua?
Sólo quienes son
inteligentes, sean seres o pueblos, aprenden de cosas que les pasan a los
demás. Los ignorantes, sean seres o pueblos, esperan que a ellos no les pase
eso que les ocurrió a los demás. Por más malo que esto sea.
«Las consecuencias que
ocasiona la fracturación hidráulica han llevado a la Asamblea Francesa
a prohibir en todo el territorio nacional la exploración y explotación de minas
de hidrocarburos líquidos o gaseosos por medio de perforaciones seguidas de
fracturación hidráulica de la roca», además de Suiza, estados de Alemania y el Estado de New York.
Entre quienes la defienden
encontraremos al Dr. Charles Groat,
ex profesor de la Universidad
de Texas. Realizó y publicó un estudio en el que se afirma que “no se han
encontrado contaminaciones en los acuíferos”. ¿Por qué “ex” profesor? Se
descubrió que al momento de ese estudio trabajaba para una empresa de perforación
que le pagó un millón y medio de dólares.
Ahora sabemos un poco más
sobre fracking.
¿Y? ¿No te suena tan malo
como una vaca muerta?
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