viernes, 31 de agosto de 2012


Balas. ¿El único elemento para controlar animales en ZOOs y Circos?

La elefanta Yothi del zoológico de Villa Dolores, Uruguay, fue ultimada a balazos de FAL pues  presentaba una patología crónica osteoarticular, progresiva e irreversible, denominada artrosis que en los últimos días le impedía mantenerse en pie por el intenso dolor que sufría, indicó la Intendencia de Montevideo en un comunicado.
Un tigre del zoológico de Colonia, Alemania, abatido por el propio director del parque tras atacar y matar a su cuidadora.
En el Zoo de Santiago, Chile,  mataron a Pampa, un tigre blanco, proveniente del zoo de Buenos Aires. Había atacado a un empleado al intentar escapar de su jaula.
"Simba", la única leona que vivía en el Parque Faunístico (eufemismo por ZOO) de San Juan, pagó con su vida el haber intentado conseguir su libertad.  La inoperancia del personal no tuvo en cuenta que al estar toda mojada, en un día de invierno,  sufría una hipotermia, agravada por el hecho de estar sedada tras recibir el impacto de tres dardos.
En el circo Ringling Brothers (USA) un domador mató a un tigre luego de que el animal atacara a otro domador. El tigre ya estaba encerrado de nuevo en su jaula cuando recibió los tiros.

¿Y por casa cómo andamos?
En el ZOO de Buenos Aires un joven de 22 años, con problemas mentales,  se trepó al muro de piedra,  cruzó las rejas de protección, y por una cornisa, llegó al sector central de la leonera eludiendo el pozo de cuatro metros de profundidad que lo rodea.  En ese lugar comenzó a “torear” a los leones con su campera. “Quique”, el león que en ese momento tenía 15 años, lo tiró al piso y le puso lo cubrió con sus patas.  El joven se reía y seguía pegándole al animal.  Mientras los niños presentes comenzaban a llorar de miedo, llegó un policía que estaba de guardia en Plaza Italia, frente al ZOO. El uniformado disparó al piso cerca del león. Como el felino no se retiró, el policía decidió tirarle al animal y le pegó en una pata. Allí “Quique” soltó a su agresor.  Luego los leones fueron adormecidos para retirar al desequilibrado que entró a la jaula.  
Este hecho ocurrió el 11 de enero de 2.004.  Conociendo el estado de descontrol que caracterizó la administración privada del ZOO desde el año 1.991 a la fecha, nada hace suponer que al día de hoy exista en ese lugar un plan de contingencia para tratar casos como estos.
Alguno podría inferir que si “Quique” no pagó con su vida, fue porque actuó un policía (nada preparado para casos como estos) y no el personal del ZOO que,  según reflejan los testimonios, no hizo nada.


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