miércoles, 28 de noviembre de 2012



Palomas. Plaga?

Veamos un poco. Seguramente conocemos a la paloma, la hemos visto en nuestra ciudad. Pesan entre 500 y 700 gramos De ojos grandes. Con colores que van del blanco total al negro absoluto. De cuello algo largo y muy flexible.
¿Sabías qué son monógamas?
Y más longevas de lo que creés. Llegan a vivir hasta 15 años. Se aparean una vez al año. Especialmente en primavera y verano. Alrededor de 8 a 12 días después de copular ponen de 1 a 2 huevos, rara vez 3, que a los 18 días dan lugar a los pichones. Estos crecen alimentados por lo que se lama “leche de buche”, alimento predigerido por sus padres Entre las  4 a 6 semanas abandonan el nido.
Normalmente comen semillas, granos, frutos y hojas o pasto tierno, además de algunos insectos. En la ciudad comen de la basura domiciliaria y de restaurantes.

Ahora bien. Como este animal siempre anda cerca del lugar donde nació es dificultoso ahuyentarlas de los sitios donde se asienta y nidifica. Esto hace que en determinados puntos de las ciudades haya muchas. O como algunos obtusos pretenden llamarlas: plagas.

¿Existen méritos, hechos por las palomas, para cargar con esta etiqueta?
Plaga se denominaba en un principio a aquellos animales que afectaran a los cultivos. Hoy es sinónimo de enfermedad de forma que debe entenderse como plaga a una situación en la cual un animal produce daños económicos, normalmente físicos, a intereses de las personas (salud, plantas cultivadas, animales domésticos, materiales o medios naturales).

La excusa que más se escucha es que transmiten enfermedades a los humanos (zoonosis). Es cierto. Pero muchas menos que las que nos transmiten los perros, gatos y aún nuestros vecinos humanos. Así que ¿Qué vamos a hacer? ¿Matarlos a todos?
El principal peligro es un hongo (llamado critococcus) que vive en sus excrementos y en el de los murciélagos. O sea si hay palomas, pero limpiamos los edificios, prácticamente se elimina la posibilidad de existencia de este hongo. Entonces ¿Las palomas tienen la culpa? ¿O son quienes no limpian sus deyecciones?
La rabia, transmitida por perros, gatos, murciélagos, etc. es de denuncia obligatoria por parte de los médicos. Esto se hace para saber exactamente la ocurrencia de estos casos y trabajar en la salud pública. Si las palomas transmiten tantas enfermedades como dicen ¿Por qué no existe la obligación para los médicos de denunciarlos?
¿Se conocen internaciones en los hospitales de la ciudad de personas con zoonosis atribuídas a las palomas?
Es cierto que se tiñen de color feo los edificios y monumentos, esto es debido a elementos presentes en su materia fecal. La colocación de ahuyentadores mecánicos (trapitos o chapitas en movimiento), electrónicos (ultrasonido) y repelentes acabaría con este problema.

Cuando un funcionario mediocre llama a las palomas plagas (entre otros animales que cargan o cargarán con este término maldito) lo primero que hay que preguntarle es:
-¿Qué número de animales hay para llamarlos así?
-¿Qué número sería el aceptable para que esto no ocurra?
La no existencia de datos habla por si solo de la ignorancia  de estos funcionarios.

Soluciones mágicas de funcionarios ineptos

Pueden enumerarse caza con redes, suelta de aves rapaces, envenenamiento y hasta el uso de carabinas.
En Sevilla, España, en 1995 comenzó una guerra contra las palomas. Luego de cinco años de lucha que costó cientos de miles de euros y se cobró la vida de 40.000 palomas ¡El número de palomas era el mismo!
¿Por qué? Cuando hay espacio para ocupar y alimento suficiente, cualquier especie animal se reproduce con mayor rapidez. Sin admitir su derrota y el despilfarro optaron por…¡Rapaces!
Esto sólo logra espantar momentáneamente a las palomas de determinados lugares a otros, y además hacen gala de su ignorancia los funcionarios que lo fomentan. A estas aves rapaces no se las puede programar en el modo “paloma”. Ataca y come lo que encuentra. Otras aves, roedores, etc.

Método correcto

La ciudad de Ginebra, Suiza, es un ejemplo seguido por otras ciudades con funcionarios inteligentes.
Hasta 1970 utilizaron sin éxito los métodos descriptos anteriormente.
Como primera medida censaron a las palomas, determinando que eran cerca de 40.000 y decidieron que este número no era apropiado.
Luego comenzaron a darle de comer a las palomas granos de maíz impregnados con un anticonceptivo especialmente diseñado. Al segundo año la población había disminuido un 20% porque ya hacía efecto el producto, sumado a la muerte de palomas por longevidad, accidentes y enfermedades propias de ellas.
En 7 años el número era de 15.000.
Hoy hay cerca de 5.000, numero aceptado por el municipio.
Este anticonceptivo está compuesto por sustancias hormonales que inhiben la fecundación. Además tiene un gusto desagradable para los niños, no afecta a otras aves que no comen el maíz por ser un grano muy grande, y no afecta a los animales domésticos.
La reducción del número de palomas es así progresiva y no agresiva, pero, además, presenta otras ventajas:
-Las palomas se concentran en lugares adecuados donde no causan daños ni molestias y su presencia es deseada (precisamente en los lugares donde se las alimenta).
-Poco numerosas y bien nutridas, las palomas gozan de buena salud y presentan un aspecto sano y cuidado en esas plazas y parques donde son un distintivo típico.
-Dejan de anidar y provocar daños y suciedad en monumentos y edificios.
-Una vez alcanzados los límites deseados, los costos de las campañas se reducen significativamente y el total del costo del método es siempre muy inferior al costo de los otros procedimientos y, además, ¡es efectivo!

Entonces ¿Qué hacemos? ¿Vamos contra las palomas o tratamos de hacerle entender estos datos a los funcionarios?

Eduardo Murphy
Director
Centro Argentino de Derecho Animal y Ambiental



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